viernes, 28 de febrero de 2014

Revolución Rusa



La revolución rusa es otro de esos temas que a la te descuides te quedas sin enterarte de nada por la rapidez de los acontecimientos y la importancia de todos ellos.
Pongámonos en situación. Antes de la revolución, Rusia era una de las pocas monarquías absolutas que quedaban en Europa, en este caso el Zar tiene todo el poder en sus manos, como el emperador Palpatine, sin parlamentos, elecciones y pijadas de esas que se tienen en otras partes. Al menos los siervos ya, aunque sea hace nada, han dejado de estar adscritos a la tierra y ya no se pueden vender con ella (desde 1861, concretamente). Pero, vamos, que políticamente Rusia estaba muy atrasada. Tampoco tenían mucha industria y la poca que tenían estaba concentrada en las grandes ciudades (en Rusia todo es grande).

Por si las cosas iban bien, al zar se le antoja meterse en una guerra con Japón meter el hocico en territorios del Pacífico, que era donde ambos países pretendían instalar colonias. Iban pensando en que los japos les iban a durar una tarde (“¡Unos orientales contra el gran imperio ruso!, ¡vamos hombre!”), pero el almirante Togo, con tácticas y armamento de guerra moderna,  les da a los rusos lo suyo y lo de sus primos de Ucrania. Claro, el material es anticuado (Japón ya empezaba a ser una potencia industrial), estaban mal organizados, los mandos eran unos enchufados del Zar… Como las levas de población[1] nunca caen bien y como además la guerra lleva a una escasez de alimentos (que en guerra todo va para el frente) en 1905 estalla una serie de huelgas violentas y manifestaciones duramente reprimidas. Según se cuenta uno de los principales instigadores de la gresca, el famoso Pope Gapón, en realidad era un agente zarista infiltrado, para poder así reprimir la situación con más motivos cuando los perroflautas empezaran a romper cosas[2].

Sea como fuere, la situación se va de las manos y el Zar se asusta un poco (tampoco mucho que era muy macho) y redacta un manifiesto dando algunas libertades, pero no porque los hombres sean libres o rojeces de esas, sino porque él es muy bueno y generoso y además ya tenía pensado hacerlo antes de las manifestaciones. Además concede que exista una especie de parlamento, la Duma, que en el fondo va a pintar entre poco y nada. La burguesía, que si jugara a las siete y media se plantaría con un cuatro, se queda contentísima, mientras que el resto piensa que en el fondo no se ha hecho nada. La llamada revolución de 1905 se queda ahí. También se conoce como el “domingo sangriento”, que suena más a peli de Wes Craven con varias secuelas que a revolución seria, pero qué le vamos a hacer.
El Pope Gapón. Con esa planta de latin lover no me extraña que moviera a las masas.

El Zar, que debía tener problemas de aprendizaje (es lo que tiene la endogamia en las familias reales europeas), en cuanto estalla la primera guerra mundial ahí que vuelve a mete a Rusia de cabeza. Envía tropas como quien envía sacos de patatas, porque tocaban a un fúsil para cada tres soldados[3]. Y pensarán ustedes que para eso por qué no enviaba el Zar a su santa madre montada en monociclo a la guerra. Preguntan bien, porque el enfado de la población rusa dará lugar a la segunda revolución (sí, el tema se llama “La revolución Rusa” pero hay varias. Como pasa con “la guerra de las galaxias”, vamos). Es la revolución de Febrero de 1917. De nuevo hay manifestaciones, pero esta vez los soldados enviados a reprimirlas se unen a los manifestantes y entre soldados y obreros comienzan a llevarse bien y a organizarse en Soviets, quienes (al igual que las juntas de gobierno en la guerra de independencia española o en la asamblea constituyente en la Francia de la revolución), comienzan a ir a lo suyo pasando del Zar y del gobierno como de comer pienso.
El Zar (que no lo hemos dicho, pero era Nicolás II) abdica en su hermano Miguel, pero este dice que muchas gracias, pero que el marrón mejor que se lo coma otro y abdica también. Al final le cae el gobierno al duque Luov, un aristócrata ruso que tuvo la mala suerte de haberse hecho conocido en la Duma aquella.
El problema es que van a empezar a jugar los dos poderes por separado, la Duma con Luov por un lado y los Soviets por otro, cada uno con sus medidas y sus cosas.  A todo esto, la guerra sigue, y con ella las manifestaciones, huelgas y desórdenes. El gobierno provisional culpa de todo a los bolcheviques[4] y detiene a sus dirigentes. La cosa está tan mal que un general (Kornilov) da hasta un golpe de estado pensando en restaurar el orden.

Por si fuera poco, Lenin (máximo dirigente bolchevique e ideólogo marxista renombrado), que estaba de Erasmus en Alemania[5] vuelve para que la revolución no se quede en agua de borrajas e instaurar la dictadura del proletariado. Los alemanes, encantados de meter a Lenin a liarla en Rusia (recordemos que Rusia sigue en la guerra, precisamente contra Alemania) le hacen una fiesta de despedida y le dan todo tipo de facilidades para que vuelva a montarla a su casa. Lenin llega y dice que hasta ahora todo ha salido mal porque no hay organización y que menos mal que ha venido que si no no hacemos nada y mira las horas que son ya.
Lenin señalando a quien se ha tirado el pedo en la reunión y poniéndole en evidencia.

Lenin, junto con su colega Trotsky[6] organizan el cotarro y los bolcheviques toman el poder apoyándose en los soviets, Es la revolución de Octubre (1917). De hecho, cuando uno se refiere a la revolución rusa, se refiere a esta. Prácticamente sin derramamiento de sangre. “Solo” apuntando con los cañones con el acorazado Aurora al palacio de invierno y tomando fábricas y lugares importantes. Todavía no matan a la familia del Zar, eso vendrá más tarde, en la guerra civil posterior.
¿Qué decretos toma el nuevo régimen?:
-          Paz inmediata y sin concesiones. La guerra era del Zar y los bolcheviques pasamos de movidas (que ya tendremos, ya)
-          Abolir la gran propiedad privada, sin indemnización y ceder la tierra a los campesinos.
-          Ceder el control de las fábricas a los trabajadores
-          Proclamar la igualdad de todos los territorios que habían estado en el imperio Ruso.

Trotsky. Lástima su muerte, hubiera sido un villano de pelis de Hitchcock impagable.
Hasta aquí todo suena bonito y utópico. Pero la cosa es que en la Duma igual se vota otra cosa que ya se sabe cómo la gastan los burgueses, así que un marinero armado la disuelve en nombre de los soviets y santas pascuas.[7]
¿A dónde vamos de aquí? En efecto, a la guerra civil, que ya lo hemos dicho. Pero ya se verá el próximo día.

 La disolución de la Duma no sentó muy bien, así que tanto la parte del ejército que continuaba fiel a los zaristas, junto con el resto de partidos contrarios a los bolcheviques se unirán en el Ejército Blanco (nada que ver con Saruman) y comenzará la guerra civil. Los bolcheviques no solo han de enfrentarse a los blancos, también a movimientos separatistas en lugares del antiguo imperio, Ucrania por ejemplo, y a las potencias extranjeras que envían ayuda para sofocar la revolución, por si cunde el ejemplo entre las masas de trabajadores europeos. Como suele pasar, el resultado fue el contrario al esperado, porque convirtieron la guerra en una lucha de orgullo nacional contra el enemigo invasor y eso motiva y une mucho
¿Cómo se convierte un grupo de obreros y soldados rasos en un ejército capaz de hacer frente al enemigo? Gracias a Trotsky, quien se encarga de reformarlo. Al principio trata el hombre de democratizarlo, pero tú ponte en mitad de una guerra a formar asambleas para organizar las tácticas, y a votar las incursiones y ya verás lo que duras. Conclusión: Mano dura[8]. Al hombre hay que reconocerle que convirtió a unos muertos de hambre en el temible Ejército Rojo.
Ya en Julio les da a los bolcheviques por matar a la familia real, que estaba prisionera en un palacio, no sea que el ejército blanco les libere y para qué queremos más. De hecho matan a toda la familia, pero también al cocinero, al médico y al mayordomo. Y porque en aquella época no había profesor de tenis o personal shopping que si no también hubieran caído.[9] Bueno, la princesa Anastasia se salva, o al menos eso dice el cine. El cine nunca nos mentiría, ¿verdad?

Lo que ocurre es que con eso de que hay guerra no es momento de ponerse a cumplir programas electorales[10], así que venga, nos tenemos que sacar un comunismo de guerra, que hay que producir como sea y para eso nos inventamos los divertidos “sábados comunistas” que no es otra cosa que ir al curro un sábado, sin cobrar, evidentemente, y elevamos a héroe del pueblo al que más se deslome en la fábrica[11]
A todo esto, se redacta una constitución en 1918 y se proclama la creación de la URSS (Unión de repúblicas socialistas soviéticas) donde todas las repúblicas de la federación: Ucrania, Bielorrusia, Letonia, Lituania, Kazajistán… Estarán en condición de igualdad  con Rusia. Y ahora lo volveré a escribir sin que me entre la risa.

Cuando acaba la guerra con el triunfo bolchevique ya se puede implantar el modelo comunista, pero Lenin piensa que si se deja un poquito de capitalismo, para las pequeñas empresas y tal, para irnos reconstruyendo mejor tras la guerra, tampoco pasa nada. Es la N.E.P (Nueva política económica) Si para el comunismo ya habrá tiempo, si la dictadura del proletariado será el fin de la historia.[12], no pasa nada porque se retrasen un poco las implantaciones comunistas. A Trotsky no le acaba de hacer mucha gracia, pero el sistema funciona porque desahoga un poco a las clases medias.
Y queda otra cuestión de importancia… ¿Asentamos el comunismo en Rusia y el resto de países que hagan su propia revolución los muy vagos o nos dedicamos a exportar la revolución por el ancho mundo? Trotsky era partidario de la expansión del comunismo, opinaba que si no no podría funcionar la cosa,  pero había un trepa en el partido, Stalin que opinaba lo contrario. Llevar la contraria a Stalin no podía llevar a nada bueno, como Trotsky (y millones de rusos) aprendieron más adelante[13]. Porque a la muerte de Lenin en 1924, Stalin será quien tome el poder.

La Rusia de Stalin o los planes quinquenales son fenomenales[14]
Stalin no debía destacar por su sentido del humor y lo de improvisar tampoco era lo suyo. Su gobierno va a caracterizarse por un término: Planificación. Tanto en lo político, con un control férreo del partido y de la URSS, como en lo económico. Se fijan para ello una serie de directrices a cumplir en las industrias y en el campo, con vistas a cinco años (de ahí lo de “quinquenales”) y como nadie se atrevía a preguntar qué pasaría si no se cumplen y a nadie le venía bien comprobarlo, la cosa empieza a ir como un tiro (sin intención de hacer doble sentido). Además, como hay un montón de desertores, enemigos del régimen y gente que ha mirado mal a Stalin, a esos se les puede poner a trabajar forzadamente. Que, las cosas como son, un ahorro supone.
Stalin haciendo con el crucigrama del "Mundo obrero" y fumando tabaco de la Cuaderna Este.

Stalin se cepilla a todos los antiguos bolcheviques de la vieja guardia que no le apoyan[15] y dirige el partido y la federación con auténtica mano de hierro. Por si fuera poco la II guerra mundial comenzará y aunque habían firmado un acuerdo de no agresión Hitler y él, el del bigote más ridículo decide pasárselo por el capítulo de hipotecas y atacar Rusia. Ya veremos lo que pasa en posteriores posts. Pero si hasta ahora se planificaba y primaba la industria pesada frente a todo, ya no te cuento luego… Avanzo, eso sí, que mucho desembarco de Normandía y mucha peli, pero sin la URSS el curso de la guerra hubiera sido bien distinto.


[1] Las levas son reclutamientos para la guerra entre la población.
[2] Y luego la policía secreta de aquí pensará que han inventado la sopa de ajo cuando van disfrazados a las manifestaciones a repartir leña. Ya me imagino al Pope Gapón gritando a la policía Zarista: “¡Cuidado, que soy compañero!”.
[3] Verídico. Iban tan contentos de la manita tres soldados con un fúsil y cuando se moría el que disparaba lo cogía otro turnándose y compartiendo los juguetes como buenos amigos. 
[4] Existían varios partidos políticos en la Duma, ahora nos interesan el partido obrero, dividido en mencheviques (moderados) y bolcheviques (radicales).
[5] Exiliado, de Erasmus, lo mismo da…
[6] Que, año tras año, siempre hay algún alumno que me dice que tiene nombre de perro. Pobre, para lo que ha quedado.
[7] Supongo que os estaréis preguntando que es un lío de los Soviets y lo de los bolcheviques. ¿No son lo mismo?. No del todo. Los Soviets serían el equivalente de si se juntaran para dirigir el instituto los alumnos y los profesores interinos  (los muertos de hambre, vamos) pasando del equipo directivo, a su bola. Los Bolcheviques serían si un grupo de alumnos, padres y profesores,  forman una asociación para ir juntos al consejo escolar, que sería la Duma, con una serie de reformas.  Lo que hace que en los Soviets hubiera bolcheviques y viceversa. Es solo un ejemplo, ¿eh?, por si me lee el director/a de mi actual centro.
[8] Con ocurrencias tan simpáticas como que si un soldado deserta, la familia está obligada a sustituirlo con otro o a pagar una multa; o las diezmas, novatada consistente en que si un batallón se desmandaba, se les ponía a todos en fila, se iba contando hasta diez y un tiro para el décimo. Repetir las veces que sean necesarias.
[9] Matan hasta a los perros. A todos. Prácticamente exterminan a la raza de galgos rusos, borzoi, por considerarlos perros de la nobleza. Alguno se salva y hoy día es un símbolo de Rusia, lo que son las cosas.
[10] De nuevo, Rajoy tampoco ha inventado nada con lo de “la realidad no me deja cumplir el programa”.
[11] Destacará, algo más tarde,  Stajanov, joven  minero que se picó el pavo 607 toneladas de carbón en un día. Catorce veces lo pedido. ¡Así se sale de una crisis y no pidiendo la baja! De ahí viene el término “estajanovista”. Úsalo en una conversación y queda como un señor.
[12] La historia entendida como “lucha de clases” por Marx. Como ya todos serán felices y nadie explotará a nadie, ya no harán falta más revoluciones, el comunismo nunca morirá y al no cambiar ya nunca de sistema se “acabará” la historia.
[13] Unos cuatro millones de muertos entre hambrunas, purgas y demás.
[14] ¿A que con la tontería de la rima se te va a quedar en la memoria para toda la vida? A mí me pasó.
[15] Trotsky huye a Méjico, pero hasta ahí le sigue la mano de Stalin y acaba con él. Valar Morghulis.

I Guerra Mundial (Antecedentes)



El acontecimiento que lleva a gran parte de Europa a enfangarse en la Primera Guerra Mundial es por todos conocido, el asesinato del archiduque Francisco Fernando, que no era un cualquiera, era nada menos que el heredero del Imperio Astrohúngaro[1]. Le mata un estudiante bosnio en Sarajevo, en julio de 1914 y Austria culpará de todo a Servia, que ya les tenían ganas. Como casi todos los países habían firmado durante los últimos años alianzas militares a tontas y a locas como si no hubiera un mañana, ahora toca apechugar e ir a la guerra por bocas.  Merece la pena detenerse un poco en el sistema de alianzas y en los conflictos previos para entender en su totalidad como se pudo montar tan gorda en lugar de que fuese una guerra de tantas. Va a ser un poco lioso, pero es que si no no se entiende bien. Hagan un esfuerzo.

Hay que retroder bastante en el tiempo, es lo que tiene la maldita historia, hasta el momento en que la unificación alemana ha triunfado y el ejército prusiano[2] les pone las peras al cuarto a los franceses en la guerra franco-prusiana (1871). Francia chincha y rabia, porque los alemanes no contentos con la paliza que les meten en la batalla de Sedán, aprovechan el viaje ya que están de turismo y en un alarde épico de chulería proclaman emperador al rey alemán, Guillermo I, en la galería de los espejos del mismo palacio de Versalles[3].  Encima les quitan dos regiones, Alsacia y Lorena que iban pasando de manos francesas a alemanas a lo largo de la historia, como la falsa moneda[4].

Alemania está gobernada por Otto Von Bismarck, el canciller de hierro, quien se propone hacer todo lo posible para aislar a Francia y que si se quiere vengar lo tenga que hacer ella solita sin amigos. Para eso se inventa una serie de pactos con varios países, los sistemas Bismarckianos, que serán el punto de partida de las alianzas que llegarán después fimadas a la guerra. Tienen la gracia de que ya no son alianzas que se firman para buscar aliados antes de empezar la gresca, son alianzas permanentes, como los contratos de los móviles.
 
Bismarck, con su elegante gorro con pincho y su bigote sexy. La moda otoño-invierno en Prusia en 1914
 Bismarck acaba por fliparse de lo lindo y llegando a firmar acuerdos a dos bandas, uno con Austria contra Rusia y otro al revés, con Rusia contra Austria (Tratado de reaseguro). Que es una de esas cosas que como piensas que nunca van a llegar a pasar, te pones y te vienes arriba con lo de las alianzas[5].
Hay que reconocerle que era un buen estratega y tenía un buen ojo político, pero macarra lo era también un rato. Como consigue que empiece la citada Guerra franco-Prusiana es ejemplo de ello. No tiene que ver mucho con el tema, pero es tan gracioso que merece la pena contarlo si me permiten el paréntesis.
Resulta que en España, una revolución, la gloriosa, había conseguido exiliar a la reina Isabel II en 1868. Como todavía la república era cosa muy de modernos y en España esas ideas no se llevaban, se piensa en poner a otro rey, pero que esta vez no sea Borbón que los últimos no estaban muy frescos. Así que, con una mano delante y otra detrás, se va una delegación a buscar un rey por ahí a ver si nos cae alguno, aunque sea el más tonto. Resumiendo mucho, hay dos candidatos que prometen, uno austriaco y otro francés y las diplomacias de ambos países querían colocar al suyo. El rey Alemán estaba el pobre descansando tan ricamente de su agotadora jornada laboral[6] en un balneario en la bonita ciudad de Ems y allí tiene un pequeño encuentro educado con el embajador francés relativo al tema. El rey le envía un telegrama a Bismarck contándole la movida, pero éste lo filtra en Berlín a la prensa cortando un poquito por aquí y otro poco por allá dejando así algunas frases un poco fuera de contexto, de tal modo que a Francia la respuesta del rey alemán le pareciera un insulto y no le quedara otra que declarar la guerra: “¡Pues no me ha llegado el comequesos y me ha dicho que nos replanteemos nuestra candidatura. Pues le he respondido que se metan el suyo  por donde no brilla el sol y que en lo sucesivo se dediquen a acostarse con sus mujeres gabachas para así poder completar su colección de venéreas!”. Ahora soy yo el que exagera mucho (porque Bismarck no toca una coma, pero sí que acorta partes), pero esa es la idea que tenía el canciller al manipular el documento y que encima le salió bien. Napoleón III entra al trapo cual mihura y declara la guerra a Alemania. El susto del rey alemán debió ser de antología también. Y es lo típico de que no pasa nada porque ganaron la guerra, que si no Bismarck hubiera acabado de agente de aduanas en el desierto del Gobi [7]. ¿Era o no era un grande el tío? Aunque después, el nuevo rey, Guillermo II, ya no le reirá tanto las gracias y le pondrá de patitas en la calle.

El caso es que de los sistemas bismarckianos, una vez ya han destituído al pobre, se pasará a las dos grandes alianzas que casi coinciden con los bloques bélicos posteriores:
-          Triple Alianza: Francia, Gran Bretaña y Rusia.
-          Triple Entente: Alemania, Austria e Italia.

Con lo que se lo curró Bismarck y al final más países se pondrán a jugar con Francia. No somos nadie.
Pero mientras se van haciendo alianzas hay también algún que otro conflicto bélico o crisis diplomática por ahí que ya van calentando los ánimos, que tampoco es que estuvieran muy fríos realmente[8].
Para empezar hay un par de crisis en marruecos, entre Francia y Alemania[9]. Donde se ve que a los primeros ya le apoyan a veces los rusos y a veces los británicos. Que si no, con la tontada, Alemania se hace con todo. Pero en estos casos la cosa no va a más.

Más graves van a ser, eso sí, las crisis de los Balcanes[10]:
Hasta el S.XIX los imperios turco y austriaco habían controlado toda la zona, sin tener en cuenta las enormes diferencias entre todos los pueblos existentes: Servios, croatas, búlgaros, griegos, eslovenos, bosnios… Diferencias étnicas, culturales, lingüísticas y religiosas (vamos, todas las posibles)[11] Una primera crisis va a ser cuando Austria se anexione Bosnia, porque necesitaban la salida al mar y porque ellos lo valen. La pega es que la mayoría de la población Bosnia era musulmana y, encima, se trataba de un lugar sagrado para el nacionalismo servio porque allí tuvo lugar una matanza de los suyos por los turcos hace siglos. Un pisto, vamos, porque los turcos ya pintan poco, pero los servios están pujantes y apoyados por sus primos eslavos los rusos.
La segunda vendrá en 1912 cuando bulgaros, servios y griegos se unan y se peguen con los turcos echándoles definitivamente de Europa. Todo parecen alegrías entonces, pero los bulgaros se han subido mucho a la parra y les tienen que bajar los humos servios y griegos en una guerra al año siguiente. Al final es Servia la que se engrandece y mira con ojos aviesos la Bosnia controlada por Austria. Ya se ve que la cosa bien no puede acabar.

Este es un poco el pisto que había por la zona de los Balcanes. Fíjense en Bosnia y Servia, sobre todo.

Para que no os liéis más, resumiendo, antes de la primera guerra mundial:
-          Hay una serie de alianzas firmadas que comprometen a media Europa contra otra media en caso de guerra.
-          En los Balcanes servios y austriacos se odian a muerte de un modo tal que ríete tú de Stark y Lannister.
-          Como Rusia apoyará a Servia y Alemania a Austria, sumen ustedes dos y dos…
¿A que no ha sido tan dificil? Pues próximamente, la guerra.


[1] Tenía el chaval nombre de hijo de folclórica o de protagonista de telenovela, pero no, iba a heredar un imperio.
[2] Recuerden, los 39 estados germanos se han unificado, pero es Prusia la que manda en el tinglado.
[3] Alemania estaba en racha, que ya se habían pasado por la piedra previamente a austriacos y daneses en dos guerras anteriores. ¿Cómo se le ocurre a Francia meterse en líos entonces? Ya lo verán, ya.
[4] Lo mismo pasaba con los ducados de Niza y Saboya entre España y también Francia.
[5] Lo del tratado de reaseguro vendría a ser el equivalente de quedar con dos personas distintas a cenar la misma noche en el mismo restaurante y que encima paguen ellas. Hay que tenerlos bien puestos.
[6] Guiño, guiño, codazo, codazo.
[7] Al final no fue rey ni el candidato austriaco, ni el francés. Fue el italiano, Amadeo I de Saboya, quien tras un año reinando dijo que antes que seguir de rey de España preferiría que le hiciera una vasectomía Ramsay Bolton. Y así llega nuestra Primera república, tan solo porque no hay nadie que quiera ser rey de España.
[8] De hecho al periodo se le llama “La paz armada”, es decir que guerras gordas no hay, pero sí que se observan unos a otros y dicen: “mira cuantas armas tan bonitas tengo y si hay que usarlas las uso que estoy muy loco”.
[9] España también tiene intereses en Marruecos y trata de tener peso en las reuniones, pero le dicen que no moleste mientras hablan los mayores y que se vaya a comer a la mesa de los niños.
[10] Los Balcanes siempre han sido “El polvorín de Europa”, de la primera guerra mundial a la reciente guerra de Yugoslavia. Todavía no están las cosas calmadas del todo.
[11] Les faltaba solo discutir sobre si era más fuerte La Cosa o El increíbe Hulk.

Manifiesto



Mi experiencia en el noble arte del pastoreo (en efecto, hoy día los profesores no damos clase, pastoreamos) me ha dejado clara una cosa. Y es que un número importante de los alumnos, porque algunos buenos siempre te encuentras, faltaría más, no dedican tiempo a casi nada de lo que esté relacionado con el instituto. No ya a estudiar o hacer alguna vez los deberes, es que ni tan siquiera a comprender lo que leen. Les da exactamente igual hasta si no entienden una palabra, se aprenden las frases de memoria y desfilando, importándoles muy poco si lo que tienen que memorizar está sacado del último libro de Harry Potter, de una guía de IKEA para montar un estafermo[1] o de un libro de texto de una asignatura indeterminada. La frase se aprende tal cual y se pone en el examen sin cuestionamiento alguno. Punto. A veces da lugar a cosas tan graciosas como enunciados sin el menor sentido con palabras inexistentes, que uno pone porque se lo aprendió así sin pararse a pensarlo y los de al lado copian literalmente, sin que a nadie parezca importarles no entender la frase.[2] También he visto poner un libro al lado de otro y subrayar lo mismo que tenía subrayado la compañera, pero eso es otra historia. Sinceramente, he visto cosas que vosotros no creeríais[3]

Yo trato, y las paredes son dignas testigo de ello, de explicar los temas de la manera más amena posible, pero como atender en clase está sobrevalorado y dejar que el resto pueda hacerlo mucho más, el resultado final es que me quedo al acabar la clase con la sensación de que si en lugar de estar yo allí con mis rollos y mis cosas lo estuviera un mono araña vestido de guardia de tráfico y poniendo un vídeo con los temas, el resultado iba a ser el mismo. Solo que yo soy algo más higiénico, gasto menos en ropa y que en el peor de los casos el mono podría llegar a morder a alguien y hasta acabara enfermando en consecuencia[4]. Por lo demás en poco más se notaría. Bueno, eso y que el mono es más gracioso, pero es que todo es más gracioso con un mono.

La idea de este blog es contar aquí los temas como me gustaría poder explicarlos en clase si alguien me escuchara. Así, tal vez, algún alumno podrá leerlos y le empezará a parecer más interesante la historia que el muermo al que está acostumbrado. Porque lo importante en el aprendizaje de la historia es entender lo que ha ocurrido, no aprenderte de memoria frases que, casualmente, son del libro de historia, pero que si fueran de otro no pasaría nada. Con este punto de partida nace el método P.E.LM.A de enseñar la historia. Las siglas vienen a significar: Primero Entiende Luego Memoriza (y aquí, la A puede ser “Animal”, “Alma de cántaro”, “Amiguete” etc, pero siempre desde el cariño y el talante). Es decir, primero ENTIENDE lo que pasó y por qué y luego ya rellenas el conocimiento con datos, fechas, nombres y esas cosas que, aún a malas, puedes sacar de cualquier sitio, que eso es lo de menos. Pero si no lo has entendido antes, si no has contextualizado el acontecimiento, las frases que has memorizado y que plantas en el examen sin más se te van a olvidar en menos de una semana y nos vamos a quedar al final todos en las mismas[5]. Si lo has entendido, se te puede olvidar una fecha, un nombre o un dato, claro, a todos nos pasa[6], pero seguirás comprendiendo lo primordial. Y si además se explica de manera cotidiana y amena, dejará de ser una asignatura pelma para pasar a ser entretenida. Lo de P.E.L.M.A es irónico, en efecto.
Por eso iré subiendo temas poco a poco, en principio de todos los cursos posibles más o menos adaptados al nivel del mismo, pero me centraré con algo más de ahínco en 4º de la E.S.O y en bachillerato, para que así se pueda desarrollar con algo más de chicha la cosa. Vayan mirando las etiquetas para encontrar los temas y cursos que gusten.

Y si me lee algún alumno actual, y esto que quede bien claro: NO ME LO PONGAS ASÍ EN EL EXÁMEN. Aquí está puesto de este jaez para que se te quede con la tontería, para reírnos un rato y hacerlo todo más accesible. Para que lo entiendas, vamos, antes de ponerte a estudiarlo. Luego, una vez estudiado, en el examen trata de redactarlo con algo más de seriedad. Que luego viene un inspector y las culpas siempre son para el más inocente[7]. Porque de verdad, mis exámenes de fáciles que son sirven para discriminar gente con daño neurológico de los que no.
Dicho lo anterior, disfruten ustedes del blog y de la historia, pregunten lo que gusten y, de nuevo si me lee algún alumno, sepan que así serían mis clases si se me dejara darlas en condiciones. Como eso no va ocurrir, la educación secundaria subterránea deberá suplir a la oficial. Larga vida al método P.E.L.MA.


[1] Si fueras un alumno, me lo pondrías en el examen sin saber lo que es un estafermo. Búscalo anda, y entenderás la gracia.
[2] Es revelador, y aprovecho para saludar si me leen las mencionadas, a un par de chicas que en una pregunta sobre la primavera árabe, que vimos por encima en 3ºE.S,O hablando del mundo actual y que  definimos como “una serie de revoluciones…” Ellas pusieron, literalmente, en el examen, “Seril de constituciones…” y se quedaron tan panchas. ¿Tenía algún sentido? Qué más da, así se lo habían aprendido. Bueno, una, la otra lo copió.
[3] “He visto atacarse en clase más allá del aula de reunión, he visto petas de aquí a la paré brillar en las puertas para entrarse (no encontraba otra cosa que rimara ni con rayos C ni con Tannhaüser, lo siento). Todos estos momentos se perderán en el tiempo… Como lágrimas en la lluvia”
[4] El mono, me refiero.
[5] Más viejos, calvos y gordos, pero intelectualmente en las mismas.
[6] A mí me pasa mucho, dedico los teras de almacenamiento de mi cerebro a conocimiento inútil, cómics, juegos de rol, cine de serie B, ciencia ficción y fantasía… Y poco dejo para fechas y nombres históricos. Y las fechas de cumpleaños,  que desde que existe Facebook son una información irrelevante. Aunque si tenéis pareja y se os olvida su cumpleaños no me pongáis a mí como excusa.
[7] Ese soy yo. Encantado.