La revolución rusa es otro de esos
temas que a la te descuides te quedas sin enterarte de nada por la rapidez de
los acontecimientos y la importancia de todos ellos.
Pongámonos en situación. Antes de
la revolución, Rusia era una de las pocas monarquías absolutas que quedaban en
Europa, en este caso el Zar tiene todo el poder en sus manos, como el emperador
Palpatine, sin parlamentos, elecciones y pijadas de esas que se tienen en otras
partes. Al menos los siervos ya, aunque sea hace nada, han dejado de estar
adscritos a la tierra y ya no se pueden vender con ella (desde 1861,
concretamente). Pero, vamos, que políticamente Rusia estaba muy atrasada.
Tampoco tenían mucha industria y la poca que tenían estaba concentrada en las
grandes ciudades (en Rusia todo es grande).
Por si las cosas iban bien, al zar
se le antoja meterse en una guerra con Japón meter el hocico en territorios del
Pacífico, que era donde ambos países pretendían instalar colonias. Iban
pensando en que los japos les iban a durar una tarde (“¡Unos orientales contra
el gran imperio ruso!, ¡vamos hombre!”), pero el almirante Togo, con tácticas y
armamento de guerra moderna, les da a
los rusos lo suyo y lo de sus primos de Ucrania. Claro, el material es
anticuado (Japón ya empezaba a ser una potencia industrial), estaban mal
organizados, los mandos eran unos enchufados del Zar… Como las levas de
población[1] nunca
caen bien y como además la guerra lleva a una escasez de alimentos (que en
guerra todo va para el frente) en 1905 estalla una serie de huelgas violentas y
manifestaciones duramente reprimidas. Según se cuenta uno de los principales
instigadores de la gresca, el famoso Pope Gapón, en realidad era un agente
zarista infiltrado, para poder así reprimir la situación con más motivos cuando
los perroflautas empezaran a romper cosas[2].
Sea como fuere, la situación se va
de las manos y el Zar se asusta un poco (tampoco mucho que era muy macho) y
redacta un manifiesto dando algunas libertades, pero no porque los hombres sean
libres o rojeces de esas, sino porque él es muy bueno y generoso y además ya
tenía pensado hacerlo antes de las manifestaciones. Además concede que exista
una especie de parlamento, la Duma,
que en el fondo va a pintar entre poco y nada. La burguesía, que si jugara a
las siete y media se plantaría con un cuatro, se queda contentísima, mientras
que el resto piensa que en el fondo no se ha hecho nada. La llamada revolución de 1905 se queda ahí. También
se conoce como el “domingo sangriento”, que suena más a peli de Wes Craven con
varias secuelas que a revolución seria, pero qué le vamos a hacer.
El Pope Gapón. Con esa planta de latin lover no me extraña que moviera a las masas. |
El Zar, que debía tener problemas
de aprendizaje (es lo que tiene la endogamia en las familias reales europeas),
en cuanto estalla la primera guerra mundial ahí que vuelve a mete a Rusia de
cabeza. Envía tropas como quien envía sacos de patatas, porque tocaban a un
fúsil para cada tres soldados[3]. Y
pensarán ustedes que para eso por qué no enviaba el Zar a su santa madre
montada en monociclo a la guerra. Preguntan bien, porque el enfado de la población
rusa dará lugar a la segunda revolución (sí, el tema se llama “La revolución
Rusa” pero hay varias. Como pasa con “la guerra de las galaxias”, vamos). Es la revolución de Febrero de 1917. De
nuevo hay manifestaciones, pero esta vez los soldados enviados a reprimirlas se
unen a los manifestantes y entre soldados y obreros comienzan a llevarse bien y
a organizarse en Soviets, quienes (al igual que las juntas de gobierno en la
guerra de independencia española o en la asamblea constituyente en la Francia
de la revolución), comienzan a ir a lo suyo pasando del Zar y del gobierno como
de comer pienso.
El Zar (que no lo hemos dicho, pero
era Nicolás II) abdica en su hermano Miguel, pero este dice que muchas gracias,
pero que el marrón mejor que se lo coma otro y abdica también. Al final le cae
el gobierno al duque Luov, un aristócrata ruso que tuvo la mala suerte de
haberse hecho conocido en la Duma aquella.
El problema es que van a empezar a
jugar los dos poderes por separado, la Duma con Luov por un lado y los Soviets
por otro, cada uno con sus medidas y sus cosas. A todo esto, la guerra sigue, y con ella las
manifestaciones, huelgas y desórdenes. El gobierno provisional culpa de todo a
los bolcheviques[4] y detiene a sus
dirigentes. La cosa está tan mal que un general (Kornilov) da hasta un golpe de
estado pensando en restaurar el orden.
Por si fuera poco, Lenin (máximo
dirigente bolchevique e ideólogo marxista renombrado), que estaba de Erasmus en
Alemania[5]
vuelve para que la revolución no se quede en agua de borrajas e instaurar la
dictadura del proletariado. Los alemanes, encantados de meter a Lenin a liarla
en Rusia (recordemos que Rusia sigue en la guerra, precisamente contra Alemania)
le hacen una fiesta de despedida y le dan todo tipo de facilidades para que
vuelva a montarla a su casa. Lenin llega y dice que hasta ahora todo ha salido
mal porque no hay organización y que menos mal que ha venido que si no no
hacemos nada y mira las horas que son ya.
Lenin señalando a quien se ha tirado el pedo en la reunión y poniéndole en evidencia. |
Lenin, junto con su colega Trotsky[6]
organizan el cotarro y los bolcheviques toman el poder apoyándose en los
soviets, Es la revolución de Octubre
(1917). De hecho, cuando uno se refiere a la revolución rusa, se refiere a
esta. Prácticamente sin derramamiento de sangre. “Solo” apuntando con los
cañones con el acorazado Aurora al palacio de invierno y tomando fábricas y
lugares importantes. Todavía no matan a la familia del Zar, eso vendrá más
tarde, en la guerra civil posterior.
¿Qué decretos toma el nuevo
régimen?:
-
Paz inmediata y sin concesiones. La guerra era del Zar
y los bolcheviques pasamos de movidas (que ya tendremos, ya)
-
Abolir la gran propiedad privada, sin indemnización y
ceder la tierra a los campesinos.
-
Ceder el control de las fábricas a los trabajadores
-
Proclamar la igualdad de todos los territorios que
habían estado en el imperio Ruso.
Trotsky. Lástima su muerte, hubiera sido un villano de pelis de Hitchcock impagable. |
Hasta aquí todo suena bonito y
utópico. Pero la cosa es que en la Duma igual se vota otra cosa que ya se sabe
cómo la gastan los burgueses, así que un marinero armado la disuelve en nombre
de los soviets y santas pascuas.[7]
¿A dónde vamos de aquí? En efecto,
a la guerra civil, que ya lo hemos dicho. Pero ya se verá el próximo día.
La disolución de la Duma no sentó
muy bien, así que tanto la parte del ejército que continuaba fiel a los
zaristas, junto con el resto de partidos contrarios a los bolcheviques se
unirán en el Ejército Blanco (nada que ver con Saruman) y comenzará la guerra
civil. Los bolcheviques no solo han de enfrentarse a los blancos, también a
movimientos separatistas en lugares del antiguo imperio, Ucrania por ejemplo, y
a las potencias extranjeras que envían ayuda para sofocar la revolución, por si
cunde el ejemplo entre las masas de trabajadores europeos. Como suele pasar, el
resultado fue el contrario al esperado, porque convirtieron la guerra en una
lucha de orgullo nacional contra el enemigo invasor y eso motiva y une mucho
¿Cómo se convierte un grupo de
obreros y soldados rasos en un ejército capaz de hacer frente al enemigo?
Gracias a Trotsky, quien se encarga de reformarlo. Al principio trata el hombre
de democratizarlo, pero tú ponte en mitad de una guerra a formar asambleas para
organizar las tácticas, y a votar las incursiones y ya verás lo que duras.
Conclusión: Mano dura[8]. Al
hombre hay que reconocerle que convirtió a unos muertos de hambre en el temible
Ejército Rojo.
Ya en Julio les da a los
bolcheviques por matar a la familia real, que estaba prisionera en un palacio,
no sea que el ejército blanco les libere y para qué queremos más. De hecho
matan a toda la familia, pero también al cocinero, al médico y al mayordomo. Y
porque en aquella época no había profesor de tenis o personal shopping que si no también hubieran caído.[9]
Bueno, la princesa Anastasia se salva, o al menos eso dice el cine. El cine
nunca nos mentiría, ¿verdad?
Lo que ocurre es que con eso de que
hay guerra no es momento de ponerse a cumplir programas electorales[10], así
que venga, nos tenemos que sacar un comunismo de guerra, que hay que producir
como sea y para eso nos inventamos los divertidos “sábados comunistas” que no
es otra cosa que ir al curro un sábado, sin cobrar, evidentemente, y elevamos a
héroe del pueblo al que más se deslome en la fábrica[11]
A todo esto, se redacta una
constitución en 1918 y se proclama la creación
de la URSS (Unión de repúblicas socialistas soviéticas) donde todas las
repúblicas de la federación: Ucrania, Bielorrusia, Letonia, Lituania,
Kazajistán… Estarán en condición de igualdad
con Rusia. Y ahora lo volveré a escribir sin que me entre la risa.
Cuando acaba la guerra con el
triunfo bolchevique ya se puede implantar el modelo comunista, pero Lenin
piensa que si se deja un poquito de capitalismo, para las pequeñas empresas y
tal, para irnos reconstruyendo mejor tras la guerra, tampoco pasa nada. Es la N.E.P (Nueva política económica) Si
para el comunismo ya habrá tiempo, si la dictadura del proletariado será el fin
de la historia.[12], no pasa nada porque se
retrasen un poco las implantaciones comunistas. A Trotsky no le acaba de hacer
mucha gracia, pero el sistema funciona porque desahoga un poco a las clases
medias.
Y queda otra cuestión de
importancia… ¿Asentamos el comunismo en Rusia y el resto de países que hagan su
propia revolución los muy vagos o nos dedicamos a exportar la revolución por el
ancho mundo? Trotsky era partidario de la expansión del comunismo, opinaba que
si no no podría funcionar la cosa, pero
había un trepa en el partido, Stalin que opinaba lo contrario. Llevar la
contraria a Stalin no podía llevar a nada bueno, como Trotsky (y millones de
rusos) aprendieron más adelante[13].
Porque a la muerte de Lenin en 1924, Stalin será quien tome el poder.
La Rusia de Stalin o los planes quinquenales son fenomenales[14]
Stalin no debía destacar por su
sentido del humor y lo de improvisar tampoco era lo suyo. Su gobierno va a
caracterizarse por un término: Planificación. Tanto en lo político, con un control
férreo del partido y de la URSS, como en lo económico. Se fijan para ello una
serie de directrices a cumplir en las industrias y en el campo, con vistas a
cinco años (de ahí lo de “quinquenales”) y como nadie se atrevía a preguntar
qué pasaría si no se cumplen y a nadie le venía bien comprobarlo, la cosa
empieza a ir como un tiro (sin intención de hacer doble sentido). Además, como
hay un montón de desertores, enemigos del régimen y gente que ha mirado mal a
Stalin, a esos se les puede poner a trabajar forzadamente. Que, las cosas como
son, un ahorro supone.
Stalin haciendo con el crucigrama del "Mundo obrero" y fumando tabaco de la Cuaderna Este. |
Stalin se cepilla a todos los
antiguos bolcheviques de la vieja guardia que no le apoyan[15] y
dirige el partido y la federación con auténtica mano de hierro. Por si fuera
poco la II guerra mundial comenzará y aunque habían firmado un acuerdo de no
agresión Hitler y él, el del bigote más ridículo decide pasárselo por el
capítulo de hipotecas y atacar Rusia. Ya veremos lo que pasa en posteriores
posts. Pero si hasta ahora se planificaba y primaba la industria pesada frente
a todo, ya no te cuento luego… Avanzo, eso sí, que mucho desembarco de
Normandía y mucha peli, pero sin la URSS el curso de la guerra hubiera sido
bien distinto.
[1] Las levas son
reclutamientos para la guerra entre la población.
[2] Y luego la policía secreta
de aquí pensará que han inventado la sopa de ajo cuando van disfrazados a las manifestaciones
a repartir leña. Ya me imagino al Pope Gapón gritando a la policía Zarista:
“¡Cuidado, que soy compañero!”.
[3] Verídico. Iban tan
contentos de la manita tres soldados con un fúsil y cuando se moría el que
disparaba lo cogía otro turnándose y compartiendo los juguetes como buenos
amigos.
[4] Existían varios partidos
políticos en la Duma, ahora nos interesan el partido obrero, dividido en
mencheviques (moderados) y bolcheviques (radicales).
[5] Exiliado, de Erasmus, lo
mismo da…
[6] Que, año tras año, siempre
hay algún alumno que me dice que tiene nombre de perro. Pobre, para lo que ha
quedado.
[7] Supongo que os estaréis
preguntando que es un lío de los Soviets y lo de los bolcheviques. ¿No son lo
mismo?. No del todo. Los Soviets serían el equivalente de si se juntaran para
dirigir el instituto los alumnos y los profesores interinos (los muertos de hambre, vamos) pasando del
equipo directivo, a su bola. Los Bolcheviques serían si un grupo de alumnos,
padres y profesores, forman una
asociación para ir juntos al consejo escolar, que sería la Duma, con una serie
de reformas. Lo que hace que en los
Soviets hubiera bolcheviques y viceversa. Es solo un ejemplo, ¿eh?, por si me
lee el director/a de mi actual centro.
[8] Con ocurrencias tan
simpáticas como que si un soldado deserta, la familia está obligada a
sustituirlo con otro o a pagar una multa; o las diezmas, novatada consistente
en que si un batallón se desmandaba, se les ponía a todos en fila, se iba
contando hasta diez y un tiro para el décimo. Repetir las veces que sean
necesarias.
[9] Matan hasta a los perros.
A todos. Prácticamente exterminan a la raza de galgos rusos, borzoi, por
considerarlos perros de la nobleza. Alguno se salva y hoy día es un símbolo de
Rusia, lo que son las cosas.
[10] De nuevo, Rajoy tampoco
ha inventado nada con lo de “la realidad no me deja cumplir el programa”.
[11] Destacará, algo más
tarde, Stajanov, joven minero que se picó el pavo 607 toneladas de
carbón en un día. Catorce veces lo pedido. ¡Así se sale de una crisis y no pidiendo
la baja! De ahí viene el término “estajanovista”. Úsalo en una conversación y
queda como un señor.
[12] La historia entendida
como “lucha de clases” por Marx. Como ya todos serán felices y nadie explotará
a nadie, ya no harán falta más revoluciones, el comunismo nunca morirá y al no
cambiar ya nunca de sistema se “acabará” la historia.
[13] Unos cuatro millones de
muertos entre hambrunas, purgas y demás.
[14] ¿A que con la tontería de
la rima se te va a quedar en la memoria para toda la vida? A mí me pasó.
[15] Trotsky huye a Méjico,
pero hasta ahí le sigue la mano de Stalin y acaba con él. Valar Morghulis.