Habíamos dejado
a los franceses muy atareados a ver si redactaban una constitución. No parece
tarea fácil de por sí, pero es que además como si todos piensan lo mismo la
cosa no tiene gracia, ya van a empezar de buena mañana con las divisiones
internas y con las llevacontrarias. No podían todos pensar igual, no. ¿Qué
grupos políticos tenemos entonces?:
-
Los Girondinos.
Son el sector moderado, casi hasta el punto de que para eso pues no hacemos
revolución y tampoco hubiera pasado nada[1]. Representan
a la burguesía con (bastante) dinero y son monárquicos, con una constitución de
por medio eso sí, y defensores de la propiedad privada ante todo. A ver si van
a venir ahora los pordioseros a quitarnos las cosas con la tontería de que hay
una revolución. Se llamaban así porque venían de la región de la Gironda. Que
vendría a ser como si cuando en España se redacta la constitución de 1812 a los miembros de un
grupo se le hubieran llamado los murcianos. Muy serio todo.
-
Los Jacobinos.
Estos se reunían en el convento de los jacobinos y de ahí su nombre. Del mismo
modo que antes, si se hubieran reunido en su lugar en una marisquería hubieran
sido los marisqueros. Estos son bastante menos partidarios de constituciones,
reuniones, asambleas y demás perroflautadas y más de salir a la calle a montar
gresca. Que haya propiedad privada, sí, vale, un poco, pero sin pasarse. Es
decir todo lo que no sea que alguien tenga más que yo. Y si todo el cotarro se
dirige con mano de hierro desde París para que luego la revolución no se ablande,
mejor. De este grupo saldrá Robespierre que tendrá su momento de gloria cuando
la revolución se nos vaya de las manos.
-
Los Montañeses.
Como eran los más voceras y los más folclóricos, se les colocaba arriba del
todo en las gradas porque a todos les entraba un poco de vergüenza cada vez que
hablaban de lo mucho que exageraban. De ahí su nombre, los que vivían en la
“montaña”[2]. No
eran conscientes que desde arriba se escupe y se lanzan cosas mucho mejor que
desde abajo, pero ellos sabrían. Eran la baja burguesía y gente con poco poder
económico.
-
Los más bestias de todos eran los demócratas, también llamados cordeleros. Que hoy se nos llena a
todos la boca con la palabra y en su momento era casi un insulto. Bueno, sin el
casi. ¿Votar todos? Pero… ¿todos, todos? ¿Campesinos y charcuteros también?
Estos pensaban que sí[3] y que
si no había rey tampoco iba a llorar nadie, pero eran cuatro gatos en estas
reuniones. Marat[4] fue uno de los más
destacados.
"¡A ver los de arriba si nos callamos y se puede oír algo!" |
-
Paralelamente a estos rondaba la masa de gente que no
tenía donde caerse muerta, la gente más miserable de las ciudades de los que
algunos no sabía leer, ni escribir[5]. Los
desarrapados o sans-culottes (significa sin calzones, sí, pero no os vayáis
por lo erótico que no tiene nada de eso la cosa) Estos son los que cuando hay
que ponerse a cortar cabezas o a quemar sitios van a ir los primeros no sea que les quiten el sitio[6].
La moda Sans-Cullote arrasando en los arrabales de París. Espadas no incluídas. |
Bueno, sigamos que la asamblea estaba liada con la
constitución y ésta no va a escribirse sola. Si recordáis las fechas y el ritmo
que llevaban las cosas, ahora saltamos ya al 4 de Agosto[7] el
día que se decreta la abolición de los diezmos (es decir, el pagar una parte de
tus ganancias a la iglesia) y los derechos feudales (los nobles tienen una
serie de derechos propios porque eran nobles y dios lo quería así, recuerden).
Y el 26 de Agosto[8] se
proclama, por primera vez en Europa, la declaración de derechos del hombre y el
ciudadano (que por lo visto no debía ser lo mismo). Decimos hombres, de mujeres
y esclavos nada. Hasta 1791 no se redactará una declaración de derechos de la
mujer y la ciudadana (lo redacta una de las primeras feministas, Olympe de
Gauges[9]), que
acogen todos los de la asamblea con muy buenas caras y con sonrisas, pero que
luego no oficializan los muy perros.
Los derechos
naturales del hombre, y como naturales que son, resultan aplicables en
cualquier lugar o época, ya sea Rivendel o Tatooine, son los siguientes:
- la libertad
- la propiedad
- la seguridad
- la resistencia a la opresión
- la igualdad
Y ya con esto en mente y como punto de partida, nos podemos
poner con la constitución que si no luego se olvida lo fundamental.
La reina Cersei da la razón a Olympe de Gauges. |
Y ya, por fin,
en 1791[10]
redactan una constitución preciosa y pinturera, que fue imitada por todas las
posteriores primeras constituciones europeas.
¿Qué viene a decir esta constitución? Pues sobre todo:
-
División de poderes. Al rey le ata en corto una
asamblea, elegida por los ciudadanos. Pero no todos, ¿eh?, solo unos pocos.
Luego vemos cuántos. Por otro lado a los jueces los paga el estado. Nada de que
los ponga el rey o de que los nobles hagan lo que quieran en sus dominios.
-
La administración se descentraliza, se pasa de los
jacobinos que pretendían dirigirlo todo desde París y se llevan el gato al agua
los murcianos, digo los girondinos, y Francia se dividirá así en un montón de
departamentos. Modelo administrativo luego copiado por todo el mundo. El
sistema de provincias español, sin ir más lejos.
-
Se considera que ahora los curas son funcionarios y
como tales tienen que jurar lealtad a la constitución[11].
-
Los ciudadanos activos, los que puedan votar y eso,
serán los hombres (lo sentimos, chicas, haber nacido con un cromosoma Y)[12],
mayores de 21 años (lo lamentamos, gente más joven, pero cuando seáis padres
comeréis huevos) y los que puedan pagar una renta determinada (Mira que me sabe
mal pobres, pero… Bueno, en realidad no lo sentimos. ¡A morirse de hambre a
otro sitio!) Quedará fuera del sistema político una jartá de gente, el llamado
“cuarto estado” que en breve se tomará estas cosas un poco mal y la liará, que
yo no he hecho una revolución para estas medias tintas y para que en lugar de
chulearme un noble me chulee un burgués.
No, no se están cargando un libro. Es una sutil metáfora sobre la redacción de la constitución de 1791. |
De política
sabrían algo, eso no se lo vamos a discutir, pero de economía… Tuvieron una
idea buena, confiscar y vender los bienes del clero[13]. Pero
a esa se le sumó una ideaca digna de Ralph Wiggum o del Rey Hielo (con la
corona puesta): Hacer una moneda propia de la revolución, un papel moneda al
que llamaron “asignado”. La inflación que provocó solo fue superada por las
revueltas sociales a las que dio lugar. Realmente eran como una especie de
bonos del tesoro, emitidos con el deseo de que si había muchos en circulación
acabarían funcionando como moneda legal,
pero en realidad, y no es coña, al final funcionaron como el dinero de
Rascapiquilandia[14]
"No se admite el asignado". |
Bueno, ya hay
constitución, y sabéis que toca, ¿no? En efecto, otro cambio de nombre. Ahora
la asamblea pasa a llamarse legislativa
(porque va a hacer leyes, es decir legislar)[15] Y se
va a empezar a calentar la cosa… ¿Lo dejamos aquí ahora que está interesante la
historia? Y así probamos a ver qué tal salen las entradas algo más cortas y si
se leen mejor y se prefieren a las más largas.
[1] Exagero mucho, que el paso
respecto a lo anterior fue enorme, pero es para contraponerlo con los otros que eran más radicales.
[2] De hecho los términos
“izquierda” y “derecha” empiezan a emplearse con tintes políticos en este
momento, según donde se sentaban los señores en la asamblea. En una dimensión
alternativa en la que se hubieran sentado al revés hoy día estarían cambiados
los conceptos.
[3] Eso sí, lo de que votaran
las mujeres no lo defendían ni los más radicales. Otra cosa que hoy damos como
lo más normal del mundo y que costó horrores conseguirlo.
[4] Si no fuerais tan jóvenes
haría la coña con “Marat Thermolactyl” para que os acordarais mejor del nombre
del señor. Ahora que lo pienso, creo que habría que tener casi la edad del
mismo Marat para acordarse de la referencia.
[5] Razón por la cual lo de
conocer las ideas filosóficas del momento y lo de redactar constituciones les
venía tan grande como a Belén Esteban discutir sobre la teoría de cuerdas.
[6] ¿Veis como no era erótico?
[7] El mismo día que Skynet
entra en línea con la red global en la saga de Terminator. ¿Y por qué lo de
Terminator no se me olvida y lo de la revolución francesa sí? Misterios de la
mente humana…
[8] Si hubiera sido el 29
habríamos hecho pleno friki porque es el día en que Skynet toma conciencia
propia. Hubiera sido tan bonito…
[9] Y eso que no decía que
hombres y mujeres eran iguales, para ella eran diferentes. Las mujeres mejores, por supuesto. Cada vez
que veo a Lena Heady interpretar a Cersei en la serie “Juego de Tronos” no
puedo estar más de acuerdo con ella.
[10] Para unas prisas, vamos.
Y mejor así, que luego con agobios estas cosas salen hace mal. Y si me
preguntáis ahora cuánto tardó en redactarse la española de 1978 después de
haber hecho esta coña tengo que deciros que casi mejor lo busquéis vosotros en
Internet que yo no me atrevo a ponerlo.
[11] Molaría hacer la prueba
hoy día para ver cuántos estallaban en llamas al mero contacto de la
constitución. Que no… que serían muy pocos, que luego me cierran el blog y
vienen los inspectores…
[12] En ese momento no sabían
que era eso, pero es que escrito así queda más fino.
[13] Buena como medida
recaudatoria, digo. Que ya con lo de la constitución de antes me la he empezado
a buscar y no quiero seguir por ahí.
[14] Ya sabéis como funcionan los bonos del
tesoro, ¿verdad?, el estado necesita cuartos y te vende partes de la deuda con
la promesa de que tendrá beneficios en breve y podrás recuperarlo con intereses
(el timo de la estampita, pero en legal, vamos). En ese momento te los daba el
nuevo estado francés si te debía algo con la promesa de que te lo devolverían
cuando confiscaran bienes de los nobles malos y luego ellos ya lo destruían
para que no se usaran más. Como dije arriba pasó como con el dinero de
Rascapiquilandia, que luego no se aceptaba en el país de emisión.
[15] Dejo a vuestra
imaginación como se llamaría el parlamento español, si fuera una asamblea,
cuando redactan las leyes que hacen solo para fastidiarnos.
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